Por muchos años el Odeón de la Plaza Ñuñoa ha albergado canto, danza, festividades cívicas, encuentros de diálogo ciudadano. Desde allí se ha lanzado campañas de política comunal y nacional, celebraciones del día internacional de la mujer, muestras de artesanías y diversas ofertas de pequeños empresarios. A su alrededor se encuentran los jóvenes y los viejos, se practica malabarismos y se lee el diario, se conversa. El Odeón y la zona de juegos infantiles son los dos centros más activos del sector Sur de la Plaza Ñuñoa. Y el sector Sur de la Plaza Ñuñoa es el sector más vital de la Plaza Ñuñoa.
Por todo esto, y más, nos duele que, por la gestión directa del Alcalde, Sr. Pedro Sabat, se pretenda instalar, en el Odeón y su entorno (total de 283 m2), un negocio de comida, privado; con luces, y música, ambiente de negocio de comida, por un lapso de 30 años.
Tal ambiente le cambiaría completamente el carácter a un sector de la Plaza, mucho más amplio que la superficie mencionada. Le rompería la armonía de sus pasajes y su luz. Jóvenes y viejos se verían desplazados contra la zona de juegos infantiles, ya casi sobre pobladas, por las tardes. Lo mismo ocurriría con las actividades de las organizaciones comunitarias, provocando enemistades ante la competencia por espacios muy reducidos.
Las vecinas y vecinos agrupados en la Junta de Vecinos Nº7, “Consistorial”, de Ñuñoa, rechazamos terminantemente este violento atentado contra el esparcimiento y el desarrollo cívico del centro de la comuna.
Desgraciadamente, tenemos fresca, en nuestra memoria, la destrucción del Parque Gorostiaga, concesionado a un negocio de ejercicio físico, hace un par de años. Y recordamos que hace no muchos años más, varios otros espacios de propiedad municipal han sido privatizados, en Ñuñoa, también bajo la gestión del Sr. Sabat.
Nuestra calidad de vida, como habitantes de una ciudad, está íntimamente ligada al desarrollo armónico de nuestro entorno físico. Para esto requerimos conversar, discutir, manifestar diversos puntos de vista, diversos sueños comunitarios. Para esto exigimos la preservación y ampliación de espacios físicos adecuados. Y exigimos, de nuestras autoridades comunales, la mayor atención a las expresiones y planteamientos que surgen de estos diversos encuentros.
Hoy, desde la Junta de Vecinos Nº7, así como desde muchas otras organizaciones comunitarias de Ñuñoa, exigimos el Odeón de la Plaza como espacio comunitario. Y, a continuación, de inmediato nos convocamos a pensar globalmente el desarrollo de la Plaza como un espacio acogedor, que aliente el crecimiento personal y social de todas las ñuñoínas y todos los ñuñoínos.
¡Por el estímulo y respeto a la participación ciudadana: el Odeón de la Plaza Ñuñoa es un espacio público!
Junta de Vecinos Nº7, Ñuñoa, 26 de abril, 2011
